
José Antonio Dias Toffoli: “Ni el Poder Ejecutivo ni el Congreso deben incidir en las elecciones”
José Antonio Dias Toffoli: “Ni el Poder Ejecutivo ni el Congreso deben incidir en las elecciones”
El máximo juez electoral de Brasil dijo que hay más transparencia en el proceso electoral si son los jueces los que conducen la organización de los comicios.
“En mi país, todo el proceso electoral lo organiza la justicia electoral, sin ninguna intervención del Poder Ejecutivo. Eso hizo que sea muy transparente, independiente y prácticamente se eliminaron las denuncias de fraude”, afirma José Antonio Dias Toffoli, presidente del Superior Tribunal Electoral de Brasil.
Dias Toffoli (47 años) fue asesor jurídico del ex presidente Lula Da Silva y fiscal general de Brasil, y actualmente integra la Corte Suprema y es presidente del Superior Tribunal Electoral.
Sólo intervienen jueces federales y a la cabeza de todo está el Superior Tribunal Electoral, que presido. Es un organismo muy poderoso, que está integrado por tres jueces de la Corte, dos de un tribunal que ustedes llaman Casación y otros dos, de la abogacía. Ni el Poder Ejecutivo ni el Congreso tienen injerencia alguna. Y hace veinte años este tribunal desarrolló todo el software que viene utilizando Brasil para el voto electrónico. Ni siquiera le pedimos dinero al Poder Ejecutivo. En las últimas elecciones presidenciales, el Congreso nos asignó 300 millones de dólares para organizarlas.
-En la Argentina las provincias escalonan las elecciones a lo largo de un año. ¿Eso también ocurre en Brasil? Le pregunto porque las sospechas que levantó Tucumán salpicaron el resto del calendario.
No. En Brasil el mismo día se vota en todos los Estados (provincias) y para todas las categorías: presidente, diputados y senadores nacionales, gobernadores y legisladores. Y todo lo organizamos y controlamos nosotros.
Las denuncias de fraude no existen. A veces surgen acusaciones de clientelismo o contra los abusos de algún partido. Pero, con el voto electrónico, eliminamos toda sospecha de fraude.
-¿Los partidos no desconfían del voto electrónico?
El Tribunal Electoral siempre buscó generar confianza. Por eso, hace veinte años, cuando diseñó ese sistema, usó personal propio de la justicia. El tribunal decide el software y determina todos los parámetros. Nunca delegamos esa tarea en una empresa privada. A ella sólo le encargamos las máquinas, pero con nuestro software y sistema. El voto electrónico comenzó a usarse en 1994 en una ciudad y desde 2000 se utiliza en todo el país.
-¿Y los partidos no sospechan de que ustedes puedan, en connivencia con una agrupación, cargar las urnas?
En absoluto. Desde seis meses antes de la elección, los partidos y las asociaciones de abogados tienen el software a disposición, para auditarlo libremente. Pero, además, cuando apareció alguna denuncia aislada, nosotros automáticamente permitimos que se auditara todo el sistema, que demostró ser totalmente confiable. Ya nadie sospecha de robo de votos ni de una manipulación de resultados.
-¿El voto electrónico produjo algún cambio en la forma de votar de los brasileños? ¿Hay más o menos corte de boleta?
Hay, como ustedes lo llaman, más corte de boleta. Los ciudadanos suelen votar presidente de un partido y diputados o senadores de otro. La urna electrónica lo facilita. Pero además el ciudadano puede asignar, dentro de una misma lista, el voto preferente a un candidato que no encabeza esa lista. Por eso, en Brasil tenemos un Congreso federal muy fragmentado, lo que, por un lado, le complica al Poder Ejecutivo para obtener mayorías pero, por el otro, le da al Congreso más independencia para controlar al gobierno de turno.